miércoles, 26 de mayo de 2010

Princesas

Hace tiempo vi una pelicula que me ha marcado, no solo por la claridad de la historia y su humanidad, sino por los dialogos. Os recomiendo que la veais con calma y hagais un poco de retrospección. Tal vez os deis cuenta de que una parte de la conciencia se remueve dentro, quizá no somos tan tolerantes como creíamos, tal vez no seamos tan altruístas como pensábamos, tal vez haya más prejuicios en nosotros de los que quisieramos. Las que llamamos Putas en ralidad son princesas, princesas tristes lejos de sus reinos, princesas que perdieron el camino de vuelta a casa, princesas extraviadas y algunas... con miedo.

Ver la peli, porque esto que os regalo es solo una pequeña muestra.


viernes, 21 de mayo de 2010

Porque sí

Tengo miedo y no es malo tener miedo, lo malo es quedarse paralizado y no saber a dónde quieres dirigirte, y digo “quieres” y no “debes”, porque muchas veces terminamos haciendo eso mismo, lo que debemos, quizá porque de ese modo no nos sentimos culpables de que lleguemos a cometer un error que si por el contrario obramos según queremos y nos equivocamos, nosotros seremos los únicos responsables de dicha errata y muchas veces ese peso es demasiado grande para nuestra conciencia.

Dicen que equivocarse es de humanos, pero pocas veces nos hemos parado a pensar cual es el margen de error que se nos permite sin que se nos critique o censure. Pero hay que equivocarse y caer y levantarse y volver a caer hasta conseguir llegar al objetivo que tenemos marcado, aunque muchas, muchísimas veces no lo veamos muy claro, aunque a veces solo sean sensaciones o la intuición de que debemos caminar por esa senda. Da miedo el no saber a dónde nos llevan ciertos caminos, algunos solo son espejismos, pero otros sin embargo nos llevan a otros destinos por conocer, vidas que vivir, más sueños por los que luchar o simplemente con los que seguir soñando, esa estación de “no retorno”, solo sacamos un billete en este viaje de la vida, de cada uno depende en que estación quiere bajarse, yo de momento sigo en el tren, creo que me queda mucho viaje por delante, y tú ¿en qué estación te vas a bajar?

miércoles, 19 de mayo de 2010

Insit'uición *a mof*


Intuyo que mañana
puede ser el día en que las noches no huelan a atraco,
ni los coches a polvo rápido en un descampado a las tres de la madrugada
con dos desconocidos preguntándose cosas en silencio,
mordiéndose la lengua para no decir lo que no se dice.

O puede ser que me equivoque de nuevo
y haga el ridículo como aquella vez en la que se me escapó la palabra amor
cuando ni siquiera quise decir sexo,
errar delante de quien te odia es como caer partiéndose los dientes,
como quedarse solo bebiendo cuando todos se han marchado
sin que te quede ni un gramo de dignidad en los bolsillos.

Negra,
por eso la noche es negra
para no ver los desperdicios que deja el día a su paso,
las razones muertas,
las ilusiones interesadas ,engordadas por la avaricia de ese saco que nunca se rompe,
por esas manos que ansían carne rubia.

Por eso dicen que la ciudad es una jungla
porque cazamos de noche y de día somos monos titiriteros
danzando al son que nos tocan.

Todavía lo intuyo,
mañana tal vez sea la noche en que el día triunfe,
y nunca, nunca más tengamos que llorar a oscuras con la cabeza puesta contra la pared.

miércoles, 12 de mayo de 2010

En busca de eso llamado "amor"

Hacía un día esplendido, lo cierto es que hacía unas semanas que el sol brillaba con fuerza. En el colegio la maestra dijo que eso era porque estaban en primavera.

“En primavera pasan cosas raras”, pensaba Hugo mientras miraba cómo a las plantas le habían brotado cientos de florecillas. “En primavera pasan cosas muy, pero que muy raras”, pensó Hugo mientras observaba a las mariposas revolotear de dos en dos haciendo piruetas extrañas y espirales en el aire. Los pájaros se pasaban el día trayendo y llevando ramitas en el pico, los gatos que antes parecían tan ariscos también se comportaban de un modo extraño.

Las dudas eran demasiado grandes para su pequeña cabeza y decidió preguntar a su madre por qué en primavera ocurrían cosas tan extrañas.
- La primavera es la estación en la que nace el amor.
-¿Y qué es el amor mamá? – preguntó curioso.
- Eres muy pequeño para entenderlo, pero seguro que algún día lo encontrarás y entonces sabrás lo qué es.

Hugo no podía esperar, necesitaba encontrar el amor. Cuando lo encontrase lo guardaría y después lo llevaría al colegio para enseñárselo a todos sus amigos.

No sabía por dónde empezar a buscar pues en realidad, tampoco sabía cómo era ese amor del que su madre le había hablado.

Comenzó a buscar y buscar con empeño en el jardín de su casa junto a la fuente y allí encontró algo que buenamente podía ser el amor, pero… no, era un yo-yo. Sintió unas ganas tremendas de sentarse sobre una piedra y jugar durante un buen rato, pero decidió dejarlo para más tarde, ahora tenía una misión que debía cumplir.
Buscó detrás del banco de piedra y encontró algo que podía ser el amor, pero… no, era una canica. ¡Una preciosa canica de cristal azul! Si mirabas a través de ella parecía que estabas viendo el universo entero.
Buscó bajo el gran olivo, “si en otoño aquí crecen setas es muy posible que en primavera crezca el amor”, pensó con gran ingenio, pero…no, allí solo encontró un tirachinas. Lo cogió y sintió unas ganas irrefrenables de lanzar una piedra contra una de las farolas, pero lo pensó dos veces, esas cosas las hacen los niños malos y él no quería serlo, además tenía una misión, debía encontrar el amor.

En vista de que en su jardín esa primavera no había nacido el amor, decidió salir a buscarlo calle abajo.

De pronto vio a una niña que estaba cogiendo margaritas silvestres. Era una niña guapísima, tenía el pelo tan rubio y unos ojos tan bonitos que se sonrojó solo con mirarla.
- Hola, me llamo Carlota y ¿tú?
-Me llamo Hugo. Oye, ¿tú no habrás visto por aquí el amor?
-¿El amor? ¿Y qué es el amor?
- Pues no lo sé, pero mi mamá me dijo que seguro que lo encontraré. Pero he pensado que mejor lo buscaré otro día, ahora prefiero quedarme contigo y ayudarte a coger margaritas.
La niña sonrío y en muestra de agradecimiento le regaló una piruleta.
Hugo no sabía qué era el amor y ya no le importaba descubrirlo, porque desde que vio a esa niña el corazón le latía con fuerza, le ardía la cara, le temblaban las piernas y una sonrisa se había quedado perpetua en sus labios. Tal vez la primavera siguiente tendría más suerte, ahora solo quería estar con Carlota.


sábado, 8 de mayo de 2010

Relativo (13 Enero de 2009)


Este poema está rescatado de " Mi mundo de cristal violeta",
 me apetecía reponerlo despues de año y medio.

Si me muriese ahora
el ultimo suspiro pesaría lo mismo que tu recuerdo,
porque ahora mismo es lo que me oprime,
nada es del todo cierto ni del todo falso
todo se cubre de un gris relativo
que daña a la vista.

Cae la noche
que asesina otro viernes
como si de un sacrificio se tratase,
tintinean campanas sobre la mesa
y dices que me echas de menos
¿Y yo?
Si apenas coordino mis parpadeos,
si desde que me cortaron los dedos
no sé sumar mis pasos,
cómo voy a saber en qué momento,
cuando ayer era hoy,
quise ahorcarme de una de las manijas del reloj
para que nunca fuese mañana.

Pero ya es hoy
y sigues haciendo tocar la campana muda
que anuncia mi muerte,
firmas mi epitafio según TÚ
cuando dices que lo harías todo por mí.

Y así vuelvo a caer en la red
que yo solita me tejí,
y echo de menos a mis arañas vegetarianas
y a la nube que dormía en mi regazo
mientras Bukowski me avisaba
de que ser mujer y poeta a la vez
solo llevaba a la destrucción del alma
y al abuso del cuerpo.

Tomo ejemplo y me bebo mis penas
una tras otra, porque las odio,
como el vodka negro que me remuerde los dientes
y carcome mi conciencia,
pero no vomito
porque es el colmo de la vergüenza,
(de eso tú no entiendes nada),
la bilis se hace lírica pura.

Hoy todo es relativo
menos la certeza de que
cuando toquen las doce morirá otro viernes
y quizá tú también lo hagas,
ese es tu epitafio según YO.

jueves, 6 de mayo de 2010



Son malos tiempos,
la primavera es injusta y cruel con la mente
con la salud
y con los poetas
sobre todo con los poetas;
pero llega y se queda un tiempo
con esos días de viento,
de lluvia,
o con un sol que te lacera las sienes.

Me da por correr
azotando el asfalto con mis pisadas
¿huyendo de qué?
si por más que lo intente no consigo sudar tinta
no se queman los versos que se acumulan en la nuca,
vale,
el culo se pone firme
el vientre se tersa
y los pechos miran al frente desafiantes,
pero los poemas siguen adheridos al cuerpo.

Y pronto llegará el verano
con el mar y sus sirenas
con el poeta y aquellos pasados que no se congelaron meses atrás
y habrá que volver a rascarse con la punta de la pluma donde más pica.