sábado, 16 de junio de 2012

Mundo al reves

No pude quererte
porque yo necesitaba un hombre de futbol y sofá
de cerveza en la mano izquierda y mi teta en la derecha,
de “me rasco los huevos porque me pican”
y “prepara la cena que tengo hambre”.

Porque yo no quería un poeta
ni un bohemio con gen,
yo solo esperaba a un hombre que me dijese
 que la luna no es más que un satélite
y que las sirenas no existen
y que si las hubiera estarían todas explotadas sexualmente
por tener cola y tetas a la vez.

No,
no pude quererte,
porque ya me costaba entenderme a mí misma
 como para pretender mezclar mis genes con los tuyos
 en un baile entre cama, libros y estanterías,
en una muerte de versos, té y desesperanza.

No pude quererte,
porque en el fondo no quería que tú me quisieras,
 porque mejor lejos que muy acompañados,
 mejor tristes,
porque cuando uno es feliz se olvida de cómo se escribe
y a mí me gusta leerte, perderte…
y volverte a leer.