domingo, 10 de febrero de 2013

Asumiendo

Es complicado asumir
que siga necesitando el papel
 para estampar sobre él el peso de la semana,
las carencias de los días
los excesos de las noches.

Es difícil entender
que todo lo de antes sea más extraño ahora
 que lo conozco de memoria
que ronda mis cicatrices y me lame la espalda;
y podría ser sencillo, lo sé,
tanto como llamarte
y pedirte que te mueras del todo,
que desaparezcas de mis pequeñas miserias
esas que teñiste de azul
y no comprendo por qué absurdo siguen aferradas
a los techos de mis sueños.

Es extraño,
todo,
tanto o más que siempre,
este morir a momentos mientras que
la que vive
sigue sonriendo por las cosas buenas que le ocurren.

Este deshacerse por dentro sin saber qué sustancia me corroe
qué rabia, rencor o grima me satura,
qué veneno me empuja a seguir escribiendo,
atacando, detestando, odiando, lacerando
cada ladrillo de este muro que no me deja ver más allá.