lunes, 29 de septiembre de 2014

Mi libro


     Hay algo que quiero contaros que me hace feliz y me atemoriza a partes iguales. Me publican un libro.Y lo digo con la voz bajita para que mis fantasmas no se despierten.
     Para los que me lleváis siguiendo años os diré que no es un libro de poesía, ya sabéis que yo soy “cuentista de nacimiento y poeta por necesidad”, lo de la poesía siempre fue más un desahogo y lo que realmente me llena es la narrativa.
      Así pues, me publican el libro que en un principio llamé “El precio de una vida” y que después de darle unas cuantas vueltas decidí rebautizar como “La sonrisa dormida”. Algunos posiblemente conozcáis algún fragmento de ella. Es una novela para todos los públicos, aunque considero que es más juvenil, pues baraja cuestiones que suelen inquietarnos a todos pero más a los jóvenes.
      Los valientes en publicármela son Ediciones Atlantis, odiados por muchos, amados por muchos otros. Yo solo puedo hablar bien de ellos y darles las gracias por confiar en mí y en mis letras. En los tiempos que corren es muy difícil que una editorial se decida a publicar a un escritor novel sin que el escritor tenga que hacer ningún desembolso económico y Ediciones Atlantis ha confiado en La sonrisa dormida. Así que vuelvo a decir que estoy enormemente agradecida.

     Aprovecho la ocasión para daros las gracias a todos los que estáis ahí al otro lado leyéndome y me habéis valorado como escritora o mejor dicho, como comunicadora de sentimientos. Gracias.

martes, 29 de julio de 2014

Si hay algo que duela más que Julio sin ti
 es Julio sin mí,
de ti ya casi no me hablan los meses
salvo algún fin de estación lastimero
que se empeña en adherirse a mis talones.

Desde que imagino que no existes han nacido nuevas playas
nuevos horizontes e islas,
besos, caricias y sexo
del bueno, del de verdad
de sudor y saliva,
sexo en el que me convierto en océano
y acaba todo con un naufragio entre mis piernas.

Nunca pensé que hubiese tanta sangre corriendo por mis venas
que la vida que pensé acababa en ti
no ha hecho más que comenzar a latirme en las muñecas,
y tú que me creías muerta, acabada y hundida.

Todavía quedan versos venenosos,
poesía incendiaria
piromanía literaria para el espantapájaros
para el pelele de trapo con carita de niño bueno…
‘SHOW MUST GO ON’

domingo, 27 de abril de 2014

Robos

Ese doloroso momento
en el que abres los ojos del corazón
y te das cuenta de que te robaron los lunes
cuando los tenía tatuados en la nuca
mirando al pasado con poesía en los labios.

Esa cruda manera de escuchar un portazo
sin despedida
sin lágrimas
solo la rabia del no poder siquiera alcanzar con la punta de los dedos
las cuerdas de la marioneta del destino.

Siempre me dueles
a veces hasta la asfixia
otras simplemente eres cosquillas
y me siento feliz.

Y nuevamente mi memoria se burla de tu olvido
 me hiere las plantas de los pies
y quiero ser arena
mar
y sur,
que te ahogues en mí de una vez para siempre
y nos dejemos de tonterías,
de tanto verso
de tanta rendija abierta por donde mirarnos las espaldas.

lunes, 10 de febrero de 2014

Apariciones

Reapareces en mi frágil mundo
dando zancadas de gigante
con los brazos abiertos
pisando mis flores
talando árboles,
con la promesa de llenarme el jardín
con hongos de otro tiempo
con pasados de desván
recuerdos desnatados y edulcorados,
con idea de reorganizar mis emociones
a  mi ‘yo’ recompuesto con pedacitos de amor,
de ese amor que tú no comprendías,
a mi ‘yo’ resucitado de entre los muertos
por el hombre que se enfrentó a Caronte.

Y reapareces,
con sonrisas temblorosas tras el muro
con palabras inacabadas
entre sombras y sombreros,
entre cartas y carteros,
con palomas mensajeras.

¡Mírame a los ojos y dime cómo se llama tu juego!
Me crecieron los días en el calendario,
se me cansaron los ojos,
se me hartaron las ganas,
y no tengo tiempo para tonterías,
así que habla ahora
o calla para siempre.

miércoles, 8 de enero de 2014

Facil

"No hay nada más bello que lo que nunca he tenido.
Nada más amado que lo que perdí."
Joan Manuel Serrat


Hubiera sido tan fácil utilizarnos,
usarnos como paño de lágrimas
como manta
como trinchera contra las cosas que nos dañaban

Una habitación de hotel en cualquier playa del sur
con vistas a África
tú explicándome la distancia que nos separa de aquel exótico continente
mientras me abrazas por la espalda y miramos por la ventana,
una cama revuelta con olor a sexo
unos pies descalzos jugando sobre el suelo
tu boca en mi nuca.

Hubiese sido tan sencillo mordernos
terminarnos a dentelladas de deseo y miedo
hasta quedar en huesos,
irreconocibles,
desganados,
saciados hasta el infinito,
sin nombre.

Me pregunto
por qué no viniste a sentarte a mi lado en la orilla
 aquella mañana en que todo se convirtió en papeleta de tómbola,
por qué no inventaste una excusa para venir hasta mí
y dibujar tu nombre junto al mío en la arena.

Qué bien hubiese estado ahogarnos en tu mar
ser comidos por los peces,
manchados por las caracolas
absorbidos por las corrientes
y así que esta historia hubiese tenido por lo menos
una forma de ser olvidada.

jueves, 2 de enero de 2014

Te dije tantas cosas con silencios,
 nunca se me dio bien conversar
las palabras solo salen de mí a través de los dedos
y vuelven a mí en forma de oxígeno.
 
Quise volver a verte
para envolverte en una cajita con papel de estraza
y desenvolverte
y besarte
y comerte
y envolverte
y desenvolverte otra vez
y follarte
y amarte
y no pude caminar hacia ti porque tuve miedo
de que al final siempre fuese lo mismo
seguir teniendo la melancolía tras las pestañas
y el consuelo entre los muslos,
tú la pena en la sonrisa
y ese vacío que nunca me explicaste.

Te me hiciste gigante y yo pequeñita,
tú cima y yo hoja de otoño batida por el viento,
y todo se hizo aire entre nosotros
y distancia
y silencio
y ausencia
y “el teléfono al que llama está fuera de servicio”
y ya nada será lo mismo
y nos perdimos.