Es fácil desprenderse de la piel
levitar unos centímetros de suelo cuando te miran de soslayo,
cuando te miran, se relamen,
y vuelven a mirarte con ojos lobunos.
Es fácil desearse cuando te desean,
ansiar tu propia piel,
acariciarte donde hace tiempo no lo han hecho,
y sonreír al sentir el placer del amor propio elevado al éxtasis.
Una trampa llamada juego,
una red llamada seducción y deseo,
ganar y perder,
tira y afloja,
un jugo casi olvidado,
una llamada al instinto base
a lo más primitivo del ser,
a esa parte de mí
que por más que lo intente no consigo domar .
sábado, 12 de septiembre de 2015
lunes, 7 de septiembre de 2015
Propósito de enmienda
Podría confesarme
pedir perdón por todo el daño cometido
y hacer propósito de enmienda
a favor de aquellos años
lastimeros,
del tiempo perdido reviviendo
aquellas sombras de antaño
que aún tratan de tiznar de gris algún
rincón de mi pecho.
Dejarme caer arrodillada
y pedir clemencia por mi lentitud
de comprensión
por tanto silencio,
por tanta frase inconexa,
inacabada…
Por no haber sido yo cuando debía
por haber tardado tanto en quitarme
la coraza
y hacer comprender que no soy más
que pétalos y sangre.
De perdonarme,
por haber dicho sí cuando en
realidad era no,
por haberme desnudado vez tras
vez frente a unos ojos vacíos,
por haberme despreciado, ignorado
y silenciado,
por perder durante tanto tiempo
mi nombre creyéndome nadie para pronunciarlo
pensando que solo cobraría
sentido si salía de otra boca.
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