jueves, 6 de mayo de 2010
Son malos tiempos,
la primavera es injusta y cruel con la mente
con la salud
y con los poetas
sobre todo con los poetas;
pero llega y se queda un tiempo
con esos días de viento,
de lluvia,
o con un sol que te lacera las sienes.
Me da por correr
azotando el asfalto con mis pisadas
¿huyendo de qué?
si por más que lo intente no consigo sudar tinta
no se queman los versos que se acumulan en la nuca,
vale,
el culo se pone firme
el vientre se tersa
y los pechos miran al frente desafiantes,
pero los poemas siguen adheridos al cuerpo.
Y pronto llegará el verano
con el mar y sus sirenas
con el poeta y aquellos pasados que no se congelaron meses atrás
y habrá que volver a rascarse con la punta de la pluma donde más pica.
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7 comentarios:
No me creo que a ti los poemas se te queden en la nuca, más bien te desbordan por los bolsillos, por los botones, por los labios! :)
Donde haya un culo firme y un vientre terso y, más, unos pechos desafiantes...que se quiten los poemas...aunque yo te prefiera como sos...mágica, así, sin más...
"Y pronto llegará el verano
con el mar y sus sirenas"
¿Por qué lo más sencillo encierra tanta o más poesía que las palabras que más pesan?
Quizá por eso la poesía es para vosotros los poetas, por que sabéis de dónde vienen las nubes... hacia dónde van los sueños.
Una semana... te echaba de menos.
Pues yo quiero sudarlos Nebroa y que se vayan impregnados en la camiseta o que se escurran por el sumidero de la ducha, porque escribir a veces, muchas, la mayoría de veces, duele.
Un besote de los grandes.
Mágica... vas a ser poeta toda la vida nene, lo llevas en las venas, en los dedos y en la boca.
Sabes qué? De pronto me han entrado unas ganas de darte un abrazo muy fuerte, niño de letras. La primera nube que veas mañana, esa, es para ti.
Muaaaaack!
Pero que no llueva, eh?
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