Hay montones de papeles a un lado
y al otro palabras por escribir y cuestiones sin resolver,
ojalá la vida fuese tan fácil como un poema,
te hubiese llenado de versos hasta que me comprendieses,
hasta que te dieses cuenta de que no soy tan difícil como siempre te parecí,
al fin y al cabo tengo las cosquillas donde casi todo el mundo,
sobre las rodillas,
el caso es que sin tocarme conseguías hacerme reír.
Y después están los despueses,
ya sabes,
esos vacíos que no se consiguen llenar de nada
y que si soplas a través de ellos silban como las botellas de cristal.
¿Cómo decirlo sin que suene a eco?
Echo de menos tu playa, el paseo y el espigón desde donde me hablabas con los ojos.
A estas alturas no recordarás a qué te supo mi boca
ni cómo temblaba el libro que sostenía bajo el brazo la primera vez que nos vimos.
Este empeño en romper las promesas que me hago…
6 comentarios:
hay promesas que no deberían de romperse nunca... :)
Los después, siempre conducen a un principio. Disfruta de ello. Un beso.
Y hablando de después y principios, acabo de hablar con "mi Javi", que iba a la primera revisión tras la larga tortura. Y todo está bien. Por alguna razón he pensado en ti,qué cosas, y quería compartir esta sonrisa que se me ha quedado prendidita en el alma. Un beso
Gracias Lucía!!!!! Ahora yo tambien sonrio, mucho, muchisimo.
Gracias...gracias.
Ya somos dos las de las promesas rotas.
Me gusta el nuevo blog Loi, me gusta nuevamente toparme con tus versos.
Te dejo un abrazo grande linda.
Me encantas. Un placer el descubrirte :)
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