martes, 16 de febrero de 2010

Cuando el té sabe amargo


Hay una cinta violeta atada de mi tobillo a tu mano
y no me deja caminar sin tropezar con tu sonrisa.


Necesito una palabra,
una simple palabra que desate los versos
los tuyos y los míos se cosieron mientras no mirábamos
y ahora los abismos son solo milímetros imposibles de evadir.


Hay algo dentro de mis entrañas
que se revuelve cuando pienso en tu boca,
que me acalora y me excita como a una adolescente precoz,
me tumba boca arriba en la cama, me estremece
me desvela y me azota.


Tengo tantas palabras que no sé pronunciar,
tantos sentimientos que no tienen nombre…

Tal vez algún día te despiertes y no sepas a qué huele la lluvia
quizá alguna vez sea capaz de saber que es lunes
y no sienta ganas de apuntarte una cruz más en la libreta de deudas.

6 comentarios:

Ernesto Pérez Vallejo dijo...

Sobreacogedor y azotador son tus versos, no lo dejes nunca Loida, aqui tienes un eterno lector masoquista al que le encanta verte hilvanar palabras.

Abrazo.

Espera a la primavera, B... dijo...

Leerte siempre me emociona.

Genética Inexacta dijo...

No son tan azotadores pecadito, lo de sobrecogedores...ahí no te quito la razón. Anda, masoquista dice...tan maa escribo?? jajajaj Muack!

Ya sabes, mientras no muera mi poeta la poesia seguirá viva, sobre ti recae la responsabilidad de mi escritura. Hala, ahí queda eso.

Un beso en la nuca.

Genética Inexacta dijo...

Que bueno saberlo, niño de letras, que bueno que las palabras te lleguen y acaricien tus sentidos.

Nebroa dijo...

Como siempre, le pones música y tienes una canción de esas para siempre. De las que metes en las listas de reproducción, en muchos cds para el coche, de las que cantas en la ducha, de las que comentas con alguien de tu quinta que no podrías pasar sin escucharla...
Ya sabes, como siempre :)

Genética Inexacta dijo...

Al final me van a salir colores, voy a parecer menopausica, jajjaja.
Muchas gracias Nebroa por estar siempre, por abrir tu corazón y dejar que mis palabras, escritas desde el mismo, lleguen al tuyo.

Besotes desde aquí al lado.