viernes, 24 de diciembre de 2010

Angela desangelada

Volvió a casa después de un duro día de trabajo, “el peor del año” pensaba ella. Estaba cansada, sus botas parecían haberse ido llenando de guijarros a lo largo del día. Así que cuando llegó a casa se tumbó boca a bajo sobre la cama sin haberse quitado el abrigo y lloró.

Lloró porque le dolían las manos y las plantas de los pies, lloró porque era demasiado tarde para salir a comprar cualquier cosa, lloró por los kilómetros que la separaban de su familia, lloró porque siempre perdía el bus de las 18:45, lloró por los que esa noche estarían cenando solos, lloró por los que duermen en cajeros cada noche, lloró por los que lloran sin saber por qué, lloró también por los que pasan frío, lloró por los que no tendrían nada que cenar esa noche y por los que aun teniéndolo todo no sabrían que cenar, lloró porque en algún lugar en ese preciso momento algún niño estaría muriendo de hambre, lloró por el ultimo suspiro de alguna mujer asesinada a manos de su marido, lloró por los Polos, por los osos polares, por las focas y por los visones que más de una tía asquerosa vestiría esta noche, lloró por los que no saben llorar y por los que aun sabiendo piensan que llorar es de cobardes.
Entonces se levantó, fue al baño, se lavó la cara y mirándose al espejo sonrió pues después de todo era muy afortunada.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Doce horas

Llegan puntuales las noches,
como casi siempre, cada doce horas,
el momento de debatirse entre el sí y el no
entre el ahora y el “ espera un momento”,
entonces me doy cuenta de que odio las matemáticas,
porque la profesora dice que follar es palabrota
y yo le digo que follar no es más que
hacer el amor al cuadrado
y que sexo por X es igual a dos cuerpos desnudos sobre una cama.

Ya lo sabes, soy una niña aplicada
pero también una alumna rebelde,
nada tiene que ver con pretender ser poeta.

En la calle solo quedan gatos pardos haciendo honor al refrán,
gente buscando en los contenedores restos de otras gentes
de esta capital con inicial de teleserie de los ochenta.

jueves, 21 de octubre de 2010

Siberia en el salón


Ya te lo dije, “enamorarse de una poeta es tarea difícil”,
pero te empeñaste en quererme con las cinco vocales,
decías que nada te asustaba tanto como perderme.

Y ahora ya sabes tantas cosas de mí
que soy yo la que teme perderse de tu lado.

Porque te creo tanto que solo me veo guapa si eres tú quien lo dice.

Pronto tendremos Siberia instalada en el salón,
otra vez a llenar el sofá de mantas y los cuellos de bufandas,
otra vez a buscar entre las telas huecos donde besar,
cuellos donde morder,
porque alguna vez en otra vida tú y yo fuimos vampiros,
y volveremos a ver nevar detrás del cristal de la televisión,
a tiritar por los que pasan frío,
e inventaremos un verano a las afueras del mundo
donde el mar ya no se llame mar pero nos lo dejen surcar en velero,
o inventaremos una vida en alguna isla del este.

Y ahora a estas alturas ya no te asusta que sea poeta,
ni que llore sin saber porqué,
porque dices que te gusto al despertar sobre todo cuando canto,
y que huelo a mí, que es mucho mejor que oler a Chanel Nº5.
Y a mi me encanta gustarte porque contigo es fácil sonreír
y me siento bastante menos poeta.

martes, 28 de septiembre de 2010

"La terquedad del ser"

Hay montones de papeles a un lado
y al otro palabras por escribir y cuestiones sin resolver,
ojalá la vida fuese tan fácil como un poema,
te hubiese llenado de versos hasta que me comprendieses,
hasta que te dieses cuenta de que no soy tan difícil como siempre te parecí,
al fin y al cabo tengo las cosquillas donde casi todo el mundo,
sobre las rodillas,
el caso es que sin tocarme conseguías hacerme reír.

Y después están los despueses,
ya sabes,
esos vacíos que no se consiguen llenar de nada
y que si soplas a través de ellos silban como las botellas de cristal.

¿Cómo decirlo sin que suene a eco?
Echo de menos tu playa, el paseo y el espigón desde donde me hablabas con los ojos.
A estas alturas no recordarás a qué te supo mi boca
ni cómo temblaba el libro que sostenía bajo el brazo la primera vez que nos vimos.

Este empeño en romper las promesas que me hago…

miércoles, 22 de septiembre de 2010

A mis veintinueve

A mis veintinueve años más una semana veo las cosas distintas que a mis veintinueve años menos una semana. No es que de repente me haya dado cuenta de que las copas de los árboles son azules cuando siempre pensé que eran verdes, no, no es eso, es un modo diferente de percibir las cosas.


¿Será que me estoy haciendo adulta? O tal vez sea todo lo contrario, que mientras mis miembros van madurando mi mente todavía sigue en edad pueril. Porque si de algo me he dado cuenta es que la adolescencia no es solo caras con granos, hormonas revueltas y ganas de practicar sexo hasta con las moscas.

El domingo me invitaron a un helado. Era un cucurucho de esos gigantes en los que te falta lengua y sobran goterones y chorretones para mancharte, de hecho, por más empeño que puse no pude evitar que una gota de helado de avellanas se estrellase contra mis converse violeta (que no son converse sino marca blanca como en mercadona). No sentí rabia, ni enfado, tal vez un poco ridícula por no saber controlar un simple helado, de dos super bolas, permíteme recalcar.

Pues el caso es que frente a mí en otra de las mesas había sentada una mujer. No supe calcular su edad, pero debía oscilar entre los treinta y siete y los cuarenta y cuatro. Estaba sentada sola, con cara de ilusión y un helado tan grande como el mío. Había algo en ella que me hacía sentir bien. Pronto me di cuenta de qué era. Llevaba trenzas. Una a cada lado, como llevan las niñas de cinco años… ¡y le quedaban tan bien! He de decir que no era precisamente un bellezón de mujer, pero sus ojos, su rostro desprendían luz. Entonces recordé que una vez le dije a quien fue mi pareja que el día que no tuviese edad para llevar trenzas me lo dijese, pero cuando vi a aquella mujer comprendí que no hay edad para dejar de llevarlas, que tampoco la hay para dejar de lamer helados, ni para dejar de sentarse en el suelo o hacer castillitos de arena a la orilla del mar, que la vida no se mide en años vividos sino en sueños que quedan por cumplir. Y envidié la ilusión de aquella mujer, la admiré y me sentí agradecida en ese momento por haberme cruzado con ella.

Lo bueno de ir cumpliendo años es que hay cosas que las percibes de un modo diferente, como con más claridad, o comprensión o como quieras llamarlo.

Y es que la vida viene a ser algo así como una película alemana en versión original y poco a poco los años le van poniendo subtítulos.

martes, 14 de septiembre de 2010

Será

Se deshacen los días,
ya no se van arrastrando por el suelo como solía ocurrir,
ya sabes,
cuando esperaba un milagro sentada con las manos sobre los ojos,
aquel mismo deseo que siempre pedía a las estrellas,
a las velas,
a las pelusas de los rincones de mi habitación.

Las cosas se viven de un modo distinto,
será que se acerca el otoño
y ni siquiera me parece otoño,
es solo una primavera tardía.

Podría decir que nunca me cansé de esperar
y que si alguien me prometiese un verano eterno
montaría guardia frente al horizonte

¿Qué hubiese sido de los lunes sin nosotros?

Pero ya no hay peros, ni papelitos donde ponga “vale por un beso”,
ni sonrisas dibujadas en un folio,
ni mensajes de madrugada.

Será que se acaba el verano
y por primera vez en mucho tiempo no siento el frío sobre la nuca.

martes, 24 de agosto de 2010

Una semana con ellos, conmigo y con él

"Si lloras por no poder ver el sol las lágrimas te impedirán ver las estrellas"
TAGORE



Pensaba que solo los amaneceres podían tener tonos violetas. He estado al este del este, donde casi se puede acariciar el sol cuando amanece y ¿sabes de qué me he dado cuenta? Que desde allí se ven los mejores atardeceres que jamás haya podido imaginar.

 Desde un velero llamado Cirene he viajado a donde el aire quiso llevarnos. Ha sido la mayor de las aventuras.

                                                                                      *****

Lola y el Capitán (Jose)

¿Que pensarías si te dijese que les conocí un Lunes por casualidad y el sabado de esa misma semana me
embarqué con ellos sin  siquiera saber a dónde se dirigían?
Pues así fue. Etraños embarcados en un aventura en la que solo nos quedaba la fe de los uno para los otros.
***
Pero las puestas de sol no solo son de colores violaceos. El cielo a veces se pone del color del otoño aun siendo verano.


Entonces entran unas ganas terribles de encerrar el sol entre las manos y guardalo para si, por si alguna vez vuelve ese miedo infantil a la oscuridad
***
Es curioso como un viaje improvisado puede devolverte la paz perdida tiempo atrás.
Pude encontrar pedacitos de mí que habían sido extraviado poco  poco y que en realidad solo flotaban sobre el mar. Ese mar que surcamos en calma sobre el velero.


Entendí el por qué del titulo de aquella canción de Perales "Un velero llamado Libertad"
"Libertad",supe en ese momento que en realidad todos los veleros deberían llamarse así.



Nunca sabes lo que tiene preparada la casualidad, ya sea para bien o para mal.
Podría no haberme fiado de aquel lobo de mar que propuso la disparatada idea de embarcar con él y con su Lola. Despues de todo acababamos de conocernos, solo habíamos intercambiado un par de frases. Pero me lancé, confié en ellos y en lo que la casualidad me había puesto delante e indudablemente...ha sido uno de los mejores regalos que jamás he tenido. Gracias a ellos y gracias al astro Rey por haberme brindado sus atardeceres.


El desorden como siempre no me deja ver lo simple.....

lunes, 26 de julio de 2010

"Este rosario de cuentas infelices calla más de lo que dice, pero dice la verdad"
J. Sabina

Hay un baile de san vito perpetuo más allá de la garganta
justo a la altura del corazón
entre costilla y costilla
entre beso y beso
entre silencio y silencio.

Nunca fuimos poetas de un solo mes
tal vez por eso Julio nos devuelve al calendario
y nos da la espalda, quién sabe si por infieles
o por necios,
porque para eso siempre nos pintamos solos.

Pero los versos siguen llegando
y las palabras que llenan los vacios con esas cosas que nunca te dije
y que nunca te diré,
porque siempre es más valioso lo que se calla que lo que se cuenta,
viene a ser algo así como los premios a título póstumo.

Vale, siempre odiaste mi humor negro,
¿pero qué le voy a hacer?
si a estas alturas siquiera sé si hablas cuando estas dormido,
ni cuántas cucharadas de azúcar tomas con el café.

Nos debemos tantas cosas
que rompimos la lista tan solo con dos líneas.
El amor está hecho solo para los valientes.

martes, 13 de julio de 2010

“La memoria se creó para hacer burla de los que olvidan.”
L.Ariza

Que a estas alturas te siga queriendo
quizás sea mero orgullo,
un reflejo de lo que nunca llegamos a ser.

Maniatadas las palabras
a las voluntades no les queda más que volverse
deshaciendo el camino que fueron marcando sobre el polvo.

Hace tanto que perdí la guerra
que me pregunto para qué tantas batallas,
tal vez nunca quisiste formar parte de mi continente,
probablemente tenías miedo de las mareas de mi mar
del oleaje de mi playa.

Ahora los reproches no son más que un verso bajo otro verso
hiel mezclada con miel para que no escuezan tanto las heridas.

Tus deudas quedan absueltas
ya no hay días de la semana que me tengas que devolver,
pero déjame que me marche sabiendo
que ya no te debo ni un solo beso tras los coches,
que a mi pijama de otoño se le pueden caer las hojas
porque no habrá habitación ni cama que nos cobije.

Ya puedes abrir la cancela,
las palabras quedarán en el umbral de los labios,
en el quicio de mis uñas,
no habrán más abordajes, ni más piratería barata.

Voy a marcharme entera, con mi nombre y mi apellido
porque hace tiempo dejé de saber quién era
y me ha costado tanto recuperar mi identidad
que no voy a dejar que ninguna mentira me emborrone.

miércoles, 7 de julio de 2010

Nos

Ayeres
No hay más que sombras en una memoria llena de tristezas
de pasados incompletos que se comenzaron con la mejor de las intenciones.
Y trato de buscar la luz al final del túnel
como si me fuese la vida en ello, o la muerte,
porque es lo único que viene tras el punto y final.
Solo se sabe a que huele la desolación
cuando la has tenido durmiendo bajo tu cama.

Presentes
Me pregunto si todavía existe aquel lugar que creamos
una noche de otoño a orillas del Támesis.
Yo tenía la cara fría de correr delante del miedo,
di de bruces contra tu sonrisa y me dijiste que era valiente
y te creí,
tanto que me sentí estúpida por no saber cómo se deletreaba esa palabra.
Hay promesas que solo se cumplen cuando las dices una vez
como la tuya de quererme más allá de las estrellas.
Yo en cambio no supe prometerte nada en voz alta,
solo sabía quererte hasta dormida.


Mañanas
Vuelven los amaneceres violetas
las risas a deshora
y los besos en el laberinto que lleva al salón de tu casa
Hacía tanto que no sabía dónde duele el miedo a perder a alguien
que temo romperme desde el estómago hasta la nuca.

martes, 6 de julio de 2010

Es estacional, como todas las cosas que pasan al tiempo
como un dolor de cabeza en la punta del dedo gordo del pie
como el fallo en la conjugación verbal,
sin pasado ni futuro
solo un presente que ya no es, que no será.

La memoria es plus’ cuan-perfecta
no tiene erratas ni lagunas cerca del mar
y una vez más llega el verano.

Te necesito con todas las letras del alfabeto.

Huele a pólvora
pero la mía cuanto estoy contigo está tan mojada que no prende.

Eres la mecha al final de mi cuerpo
el acento que le faltaba a la palabra pasión.

Lates dentro de mí con la sangre que hierve
te bebes toda la rabia que me sobra
y caigo tan abajo que me aferro a tus pies con la veneración de los idólatras.

miércoles, 30 de junio de 2010

Dualidad

Hoy te voy a contar una historia, pero no es una historia normal sino con un poco de magia, de esa que hace que las cosas aunque sean tan reales como la vida solo parezcan fantasía.

Hace no mucho tiempo, existió un hombre al que todos creían bueno. Tanto fue así que llegó un día en que él mismo así lo creyó. Pero no ocurrió de repente, sino poco a poco, como pasan normalmente las cosas.
Siempre saludaba a la gente que le saludaba, pero cuando no le veían ponía cara de pera agria, “¿y para qué tengo yo que saludar a todo el mundo?” pensaba para sus adentros, “si en realidad a mí ellos me dan totalmente igual. Que me saluden siempre pues es su deber, pero yo no debería desgastarme en semejantes gestos”. Le gustaba parecer bueno, muy pero que muy bueno y a veces hasta servicial, pero nunca hacía nada sin recibirá algo a cambio. Nunca supo el verdadero significado de dos palabras, altruismo y empatía.
Con él convivía una mujer de mínima estatura y dicho sea de paso, no muy agraciada. Ella se dedicaba a las tareas del hogar y a mantener aquella lúgubre casa al menos con un poco de color y vida. Pero a veces le resultaba muy difícil, pues aquel hombre no siempre le hacía sencillas las tareas. Alguna vez que otra se metió con sus defectos físicos, pues como ya dije no era muy agraciada, cosa que aquel hombre sí lo era. Él era gallardo y cuando el sol lucía claro los ojos le brillaban cual esmeraldas. A las jóvenes de la zona les parecía apuesto y galán. “Pobres jóvenes, si ellas supieran”, pensaba para sí aquella mujercilla.
Alguna que otra vez ella intentó hablar con él y hacerle ver las cosas, pero él la reprendía diciéndole “¿qué me vas a enseñar tú a mí?, dedícate a hacer las cosas bien que esa es tu labor. A caso no ves cómo a mí la gente me mira, me saluda, me respeta, sin embargo tú estás recluida en esta casa sin poder hablar a penas con nadie, yo soy tu única compañía, deberías dar gracias por ello.” La mujer no contestaba, a veces se marchaba de la habitación y se asomaba a la ventana para no decirle todo lo que sabía, para no contarle que el verdadero valor de las personas no se mide por lo que uno parece ser, sino por lo que es en realidad.
Pasó el tiempo y el hombre se fue haciendo más y más egoísta y aquella mujer se hacía cada vez más y más bajita, como si un sortilegio les uniese. Ella apenas tenía voluntad para dejar aquella casa e irse a servir a un nuevo hogar. Comenzó a creer que en realidad aquel hombre era bueno y ella no era más que una mujercilla gruñona que encontraba defectos en todas partes. Un día ya no pudo más y se marchó corriendo hacia el bosque, lo mejor que podía hacer era perderse allí y permitir que el tiempo borrase todo rastro de su recuerdo. Llevaba ya un buen rato caminando por el bosque cuando vio colgado de una de las ramas algo que parecía un marco. Cuando se acercó vio que era un retrato, pero era un retrato móvil, ¿cómo podía ser eso? El pintor había creado una pintura que se movía a su antojo. Sin mirarlo dos veces lo descolgó del árbol y decidida lo llevo a casa del aquel hombre, “seguro que cuando lo vea se alegra, le va a hacer mucha ilusión, ya no solo por la magia de este cuadro sino por la belleza que tiene la muchacha del retrato.” Efectivamente, aquella muchacha que el pintor había dibujado era hermosa, una de las más hermosas que se habían visto por el lugar.
Llegó a la casa y aprovechando que no estaba el hombre lo colgó en la pared de su habitación para que cuando volviese se encontrase con la sorpresa.
Esperó en la cocina pelando patatas hasta que él regresó. Le escuchó subir los peldaños que llevaban al dormitorio, le escuchó abrir la puerta y le escucho... ¿gritar? Efectivamente, se puso a gritar como si se hubiese encontrado de frente con el mismísimo demonio. Apresurada se limpió las manos en el delantal y subió los escalones de dos en dos. Cuando entró al dormitorio encontró al hombre tumbado en la cama como un niño, hecho una madeja. Ella miró al cuadro y volvió a ver a la bellísima joven que el pintor había inmortalizado.
- ¿Qué le pasa señor? ¿Por qué ha gritado de ese modo?”, preguntó preocupada.
- ¿A caso no has visto la abominación que has traído a casa? No eres más que una loca, mujer, no sé cómo te he podido tener a mi cargo durante todo este tiempo.
- Pero señor, si no es más que un cuadro mágico. Venga, asómese y vea la hermosa joven que traje para usted.
El hombre se levantó de la cama y se situó al lado de la mujer. De pronto al lado de la hermosa joven apareció un ser horripilante, semejante a una bestia del bosque, pero erguido como un humano. Sus colmillos eran afilados y tenía garras de ave de rapiña. Amos se miraron y volvieron a mirar aquel cuadro. Entonces se dieron cuenta que lo que parecía una pintura era en realidad un espejo, pues no solo se reflejaban dos personas, sino también toda la habitación. El hombre se acercó al espejo mientras se palpaba la cara. Efectivamente eso era un espejo, pero no reflejaba la realidad que todos vemos, sino la verdadera, la que hay en el interior.
El hombre con el orgullo totalmente herido despachó a la mujer y le dijo que no volviese más a aquella casa. Profirió a voz en grito todo tipo de maldiciones contra ella, pero ya no le importaban, ella ya no tenía miedo, pues sabía que al fin se había dado cuenta de que la realidad era muy distinta a la realidad que él se había creado. Se juró a si misma que nunca desvelaría el misterio de aquel espejo y que comenzaría una nueva vida lejos de las garras de aquel manipulador que se creía cordero cuando en realidad no era más que una alimaña.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Princesas

Hace tiempo vi una pelicula que me ha marcado, no solo por la claridad de la historia y su humanidad, sino por los dialogos. Os recomiendo que la veais con calma y hagais un poco de retrospección. Tal vez os deis cuenta de que una parte de la conciencia se remueve dentro, quizá no somos tan tolerantes como creíamos, tal vez no seamos tan altruístas como pensábamos, tal vez haya más prejuicios en nosotros de los que quisieramos. Las que llamamos Putas en ralidad son princesas, princesas tristes lejos de sus reinos, princesas que perdieron el camino de vuelta a casa, princesas extraviadas y algunas... con miedo.

Ver la peli, porque esto que os regalo es solo una pequeña muestra.


viernes, 21 de mayo de 2010

Porque sí

Tengo miedo y no es malo tener miedo, lo malo es quedarse paralizado y no saber a dónde quieres dirigirte, y digo “quieres” y no “debes”, porque muchas veces terminamos haciendo eso mismo, lo que debemos, quizá porque de ese modo no nos sentimos culpables de que lleguemos a cometer un error que si por el contrario obramos según queremos y nos equivocamos, nosotros seremos los únicos responsables de dicha errata y muchas veces ese peso es demasiado grande para nuestra conciencia.

Dicen que equivocarse es de humanos, pero pocas veces nos hemos parado a pensar cual es el margen de error que se nos permite sin que se nos critique o censure. Pero hay que equivocarse y caer y levantarse y volver a caer hasta conseguir llegar al objetivo que tenemos marcado, aunque muchas, muchísimas veces no lo veamos muy claro, aunque a veces solo sean sensaciones o la intuición de que debemos caminar por esa senda. Da miedo el no saber a dónde nos llevan ciertos caminos, algunos solo son espejismos, pero otros sin embargo nos llevan a otros destinos por conocer, vidas que vivir, más sueños por los que luchar o simplemente con los que seguir soñando, esa estación de “no retorno”, solo sacamos un billete en este viaje de la vida, de cada uno depende en que estación quiere bajarse, yo de momento sigo en el tren, creo que me queda mucho viaje por delante, y tú ¿en qué estación te vas a bajar?

miércoles, 19 de mayo de 2010

Insit'uición *a mof*


Intuyo que mañana
puede ser el día en que las noches no huelan a atraco,
ni los coches a polvo rápido en un descampado a las tres de la madrugada
con dos desconocidos preguntándose cosas en silencio,
mordiéndose la lengua para no decir lo que no se dice.

O puede ser que me equivoque de nuevo
y haga el ridículo como aquella vez en la que se me escapó la palabra amor
cuando ni siquiera quise decir sexo,
errar delante de quien te odia es como caer partiéndose los dientes,
como quedarse solo bebiendo cuando todos se han marchado
sin que te quede ni un gramo de dignidad en los bolsillos.

Negra,
por eso la noche es negra
para no ver los desperdicios que deja el día a su paso,
las razones muertas,
las ilusiones interesadas ,engordadas por la avaricia de ese saco que nunca se rompe,
por esas manos que ansían carne rubia.

Por eso dicen que la ciudad es una jungla
porque cazamos de noche y de día somos monos titiriteros
danzando al son que nos tocan.

Todavía lo intuyo,
mañana tal vez sea la noche en que el día triunfe,
y nunca, nunca más tengamos que llorar a oscuras con la cabeza puesta contra la pared.

miércoles, 12 de mayo de 2010

En busca de eso llamado "amor"

Hacía un día esplendido, lo cierto es que hacía unas semanas que el sol brillaba con fuerza. En el colegio la maestra dijo que eso era porque estaban en primavera.

“En primavera pasan cosas raras”, pensaba Hugo mientras miraba cómo a las plantas le habían brotado cientos de florecillas. “En primavera pasan cosas muy, pero que muy raras”, pensó Hugo mientras observaba a las mariposas revolotear de dos en dos haciendo piruetas extrañas y espirales en el aire. Los pájaros se pasaban el día trayendo y llevando ramitas en el pico, los gatos que antes parecían tan ariscos también se comportaban de un modo extraño.

Las dudas eran demasiado grandes para su pequeña cabeza y decidió preguntar a su madre por qué en primavera ocurrían cosas tan extrañas.
- La primavera es la estación en la que nace el amor.
-¿Y qué es el amor mamá? – preguntó curioso.
- Eres muy pequeño para entenderlo, pero seguro que algún día lo encontrarás y entonces sabrás lo qué es.

Hugo no podía esperar, necesitaba encontrar el amor. Cuando lo encontrase lo guardaría y después lo llevaría al colegio para enseñárselo a todos sus amigos.

No sabía por dónde empezar a buscar pues en realidad, tampoco sabía cómo era ese amor del que su madre le había hablado.

Comenzó a buscar y buscar con empeño en el jardín de su casa junto a la fuente y allí encontró algo que buenamente podía ser el amor, pero… no, era un yo-yo. Sintió unas ganas tremendas de sentarse sobre una piedra y jugar durante un buen rato, pero decidió dejarlo para más tarde, ahora tenía una misión que debía cumplir.
Buscó detrás del banco de piedra y encontró algo que podía ser el amor, pero… no, era una canica. ¡Una preciosa canica de cristal azul! Si mirabas a través de ella parecía que estabas viendo el universo entero.
Buscó bajo el gran olivo, “si en otoño aquí crecen setas es muy posible que en primavera crezca el amor”, pensó con gran ingenio, pero…no, allí solo encontró un tirachinas. Lo cogió y sintió unas ganas irrefrenables de lanzar una piedra contra una de las farolas, pero lo pensó dos veces, esas cosas las hacen los niños malos y él no quería serlo, además tenía una misión, debía encontrar el amor.

En vista de que en su jardín esa primavera no había nacido el amor, decidió salir a buscarlo calle abajo.

De pronto vio a una niña que estaba cogiendo margaritas silvestres. Era una niña guapísima, tenía el pelo tan rubio y unos ojos tan bonitos que se sonrojó solo con mirarla.
- Hola, me llamo Carlota y ¿tú?
-Me llamo Hugo. Oye, ¿tú no habrás visto por aquí el amor?
-¿El amor? ¿Y qué es el amor?
- Pues no lo sé, pero mi mamá me dijo que seguro que lo encontraré. Pero he pensado que mejor lo buscaré otro día, ahora prefiero quedarme contigo y ayudarte a coger margaritas.
La niña sonrío y en muestra de agradecimiento le regaló una piruleta.
Hugo no sabía qué era el amor y ya no le importaba descubrirlo, porque desde que vio a esa niña el corazón le latía con fuerza, le ardía la cara, le temblaban las piernas y una sonrisa se había quedado perpetua en sus labios. Tal vez la primavera siguiente tendría más suerte, ahora solo quería estar con Carlota.


sábado, 8 de mayo de 2010

Relativo (13 Enero de 2009)


Este poema está rescatado de " Mi mundo de cristal violeta",
 me apetecía reponerlo despues de año y medio.

Si me muriese ahora
el ultimo suspiro pesaría lo mismo que tu recuerdo,
porque ahora mismo es lo que me oprime,
nada es del todo cierto ni del todo falso
todo se cubre de un gris relativo
que daña a la vista.

Cae la noche
que asesina otro viernes
como si de un sacrificio se tratase,
tintinean campanas sobre la mesa
y dices que me echas de menos
¿Y yo?
Si apenas coordino mis parpadeos,
si desde que me cortaron los dedos
no sé sumar mis pasos,
cómo voy a saber en qué momento,
cuando ayer era hoy,
quise ahorcarme de una de las manijas del reloj
para que nunca fuese mañana.

Pero ya es hoy
y sigues haciendo tocar la campana muda
que anuncia mi muerte,
firmas mi epitafio según TÚ
cuando dices que lo harías todo por mí.

Y así vuelvo a caer en la red
que yo solita me tejí,
y echo de menos a mis arañas vegetarianas
y a la nube que dormía en mi regazo
mientras Bukowski me avisaba
de que ser mujer y poeta a la vez
solo llevaba a la destrucción del alma
y al abuso del cuerpo.

Tomo ejemplo y me bebo mis penas
una tras otra, porque las odio,
como el vodka negro que me remuerde los dientes
y carcome mi conciencia,
pero no vomito
porque es el colmo de la vergüenza,
(de eso tú no entiendes nada),
la bilis se hace lírica pura.

Hoy todo es relativo
menos la certeza de que
cuando toquen las doce morirá otro viernes
y quizá tú también lo hagas,
ese es tu epitafio según YO.

jueves, 6 de mayo de 2010



Son malos tiempos,
la primavera es injusta y cruel con la mente
con la salud
y con los poetas
sobre todo con los poetas;
pero llega y se queda un tiempo
con esos días de viento,
de lluvia,
o con un sol que te lacera las sienes.

Me da por correr
azotando el asfalto con mis pisadas
¿huyendo de qué?
si por más que lo intente no consigo sudar tinta
no se queman los versos que se acumulan en la nuca,
vale,
el culo se pone firme
el vientre se tersa
y los pechos miran al frente desafiantes,
pero los poemas siguen adheridos al cuerpo.

Y pronto llegará el verano
con el mar y sus sirenas
con el poeta y aquellos pasados que no se congelaron meses atrás
y habrá que volver a rascarse con la punta de la pluma donde más pica.

domingo, 25 de abril de 2010



A veces sucede que desciende la temperatura a la altura del corazón,



y la pena



que es lo más parecido a un iceberg gigante


me despierta tiritando.

martes, 20 de abril de 2010

Pies fríos en Abril


Ahora que tus calcetines abrigan estos pies
que hace un momento caminaban descalzos,
déjame pisar sobre tus huellas,
permíteme andar tras de ti en silencio
hasta que mis zapatos estén reparados
o hasta que llegue el verano
y vuelva a pisar la arena templada al sol.

Tengo una sonrisa dormida más allá de tus ojos
esperando despertar para desnudarse sobre tus labios
y así poder contarte
que solo se puede ser feliz cuando dices que sigues esperando
que no importa que todavía tenga los pies fríos
y el corazón lleno de cicatrices.

Hay una frase vaga que se resiste a salir
será… que me niego a pedirte que me quieras.

Tal vez algún día deje de envidiar al tercer botón de tu camisa azul
si decides acercarte tanto,
hasta hacerme aire con las pestañas en ese lado de la cara que nunca se enfría.

Cada vez que estás lejos,
se alarga la sombra que proyectan las velas de aquel rincón donde todo da más miedo.

Hay tanto amor encerrado en este cuerpo
que no sé cuánto tiempo voy a resistir de una pieza;
hay tanta soledad en este mes de Abril
que no sé cuantos días más habré de venderle mi alma a la poesía

Me han "robado" un relato

Vamos, que cuando lo he visto se me ha quedado un cuerpo, aun que ese post es más viejo que la catapulta, pero el relato es mio, ( ya me estoy poniendo como Gollum).... La verdad es que no me importa que copien relatos o poemas míos,  pero bueno... al menos que digan que es mío y no se lo adjudiquen con toda la cara, vamos, que no le han cambiado ni el título.

http://www.estoycerca.com/charlas/post-387.html

martes, 6 de abril de 2010

De luto



Se me ha muerto dentro un poema,
los versos empiezan a descomponerse
y me cuesta respirar,
hay más suspiros que inspiración
y la gata de los portales ya no me mira al pasar.

Era un poema que hablaba de lo que fuimos
de lo lejos que me quisiste y lo cerca que me besaste,
de lo que hubiéramos sido si en ese día de sol
se hubiese puesto a llover,
si hubiese corrido hasta el espigón
a refugiarme bajo tus brazos
para que me hicieses una pérgola con tu camiseta

Hoy visto de luto por ti, por mí
y por las canciones que te debo.

Quiero comprar una amnesia tan duradera
que no llegue a recordar cuánto hace que no te veo
ni cómo se te arruga la nariz cuando me sonríes.

Quiero olvidar tu nombre
y ese sitio donde vi a las olas acariciar tus tobillos
por primera y última vez.

Quiero olvidar la poesía
porque pensar en ella es desnudarte
pretender besarte,
quererte, echarte de menos
y a estas alturas eso es un lujo que no nos podemos permitir.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Somos


"Las personas olvidan quienes son y creen lo que los demás dicen de ellos"
Paulo Coelho

Nadie se reinventa de la noche a la mañana
ni las voluntades se ponen en fila india
y desfilan como soldaditos de plomo.

Se puede ser niebla
o pavesa bajo la lluvia,
se puede soplar con todo el oxígeno de los pulmones
sin llegar a mover las pestañas
ni los segundos del reloj que se detuvo hace medio siglo.

Hay dos cosas que se mueven a su antojo
la vida y el amor.

Nadie elige el día de su nacimiento
solo en contadas ocasiones el de la muerte,
pero eso formaría parte de la conclusión de un sueño
que se empezó mientras el insomnio atormentaba el alma.

El amor no es distinto,
viene solo
y se quiebra con la fragilidad de los huesos octogenarios.

Somos pequeñas burbujas de mercurio líquido,
veneno en la lengua
crimen en las manos
sopor en las plantas de los pies.

Somos dos dedos de frente
el puñal en la espalda
las paredes con oídos
los moros en la costa
la ropa tendida.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Los niños gritan en el parque y ese ruido llena mi vacío, pero siempre queda un trocito que no se consigue completar, no sé si eso tendrá algo que ver con la silla turca. Escucho una canción cuya intérprete canta en francés, no sé qué dice, pero lo que me llega de ella es todo tristeza, me gusta, se parece a mí y a esta tarde incierta. Tengo tantas tardes inciertas en este último año incierto que ahora mismo no sé cómo se escapa de esta incertidumbre. Lo poco que tenía lo he perdido para alegría de una persona, si se bebiese todas las lágrimas que he derramado por su daño se volvería océano Atlántico. Pero eso ya no importa.


Casi es de noche y caminaré sobre las piedras un miércoles más para ir a la bóveda donde las notas musicales me abrazan. Me gusta llegar allí, sentarme y dejar que la melodía fluya dentro de mi cuerpo. Cantar es como llorar en clave de fa, pero eso tú nunca lo entendiste.

Como tampoco entendiste nada de mí, después de tanto tiempo es triste darse cuenta de que nunca me quisiste bien, porque querer mucho carece de importancia cuando no se sabe cómo hacerlo. A estas alturas qué importa, ¿verdad? Para ti el amor solo tenía significado cuando mi cuerpo desnudo se estremecía dentro de tu cama, pero amar es mucho más que dibujar corazones en un papel y ¿sabes qué? Que lo que es el amor solo lo consiguen entender los locos. Vamos, dilo una vez más “a ti se te ha ido la cabeza”. Ahora mira hacia ti. Dejemos un silencio………..
……


No sé qué va a ser de mí mañana, voy a contar la verdad que hubiese contado a destiempo, quizá dentro de un mes, cuando hubieses firmado mi libertad en un papel que cuesta ochocientos euros y una cita ante el juez. Yo solo quería dejar de verte antes de colocarte las alas de tu libertad. Pero eso ya no importa.
Ahora solo tengo el ahora palpitándome en el corazón y el antes martilleándome en el estomago.
Por mi parte solo espero que seas feliz y que te sirva de algo haber hurgado en mi intimidad, solo espero que nunca….nunca tengas que sentir todo lo que yo he sentido en este tiempo en el que me sentí tuya y te creí mío.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Voces II


- Y ahora dice que estamos locas
- ¿Estamos?
- Claro, estamos, no te excluyas que aunque tú y yo somos diferentes estamos metidas en el mismo cuerpo.
- Pues yo paso, esa guerra no me pertenece. Es más, creo que estás loca de verdad, ¿o no recuerdas lo que hiciste esta mañana?
- Claro que me acuerdo. Me levanté a las ocho y media, de camino a la cocina me froté los ojos para que se me despegasen las legañas, metí una rebanada de pan en el tostador…
- No, no me refiero a eso. A medio día mientras preparabas la comida se te desparramaron los macarrones por el suelo y ¡hablaste con ellos!
- Ah, sí, es que son buena gente, y verlos así, pobrecitos todos tirados por el suelo. Oye, ¿de verdad crees que estoy loca?
- No, no lo creo, al fin y al cabo has estado hablando con un muro de hormigón el último año del cual a penas recibías respuestas monosílabas, así que, ¿qué hay de malo en que hables con los macarrones?
- Pues tienes razón. Y ahora ¿qué vamos a hacer?
- Pues no te lo puedo decir aquí porque resulta que ese que piensa que estás loca nos lee.
- ¿Nos lee? ¡Ah, que ahora se nos ha vuelto marujona y todo! Vaya tela y yo que pensaba que…
- Shhhhh… calla, acércate y te cuento mi plan. – psspspsp pspsppsps pspspsps psp - ¿qué te parece?
- Madre mía, ¿cómo no se me había ocurrido antes?
- Porque estás loca, ¿o es que además de locura te ha entrado amnesia?
- Pues lo cierto es que se me ha olvidado cómo se hacen muchas cosas, por ejemplo besar.
- Venga, venga, ya te estás poniendo rosa como diría… ( ejem, ejem)
- ¿Tienes carraspera?¿ Quieres una juanola?
- Calla idiota, que no es carraspera lo que pasa es que no podemos decir nombres propios aquí, ¿no ves que somos personajes públicos? Lo dicho.
- ¿Sabes qué?, que es una pena que haya tenido que esperar a desenamorarse de mí para darse cuenta de que estoy loca, cuando otros precisamente se hubiesen enamorado de mi locura.

Donde dije digo....


"Los ojos que te miran son más numerosos que las bocas que se cierran"

martes, 9 de marzo de 2010

Vendetta




Voy a abrir de par en par los ojos
a evitar los parpadeos
porque hoy en uno de ellos me pinché el índice con la punta de un cuchillo,
sé que esa puñalada no era para mi dedo,
siquiera para mi,
ahora todo lo que me duele rebota como un muelle por las paredes de esta casa,
todo huele a vacío
hasta la basura huele a vacío,
mi aliento,
las pelusas que se apelotonan en las esquinas.

Tengo una gata que ronronea mientras yo le maúllo al destino
al mismo destino en el que dejé de creer el mismo día que nací,
porque ya no quedan casualidades que no sean provocadas.

Estoy llena de promesas salidas de bocas que mienten
y manos que tocan más allá de lo que debieran
pensando que no hay mas ojos que los suyos
y los de aquella chica del pantalón de pitillo;
pobre del que haya olvidado que tengo un pacto con…
no sé bien con quién lo tengo, siquiera sé si ese pacto existe,
tal vez yo escribo sin piedad
y “él” me regala los sueños, las visiones
y esas vibraciones intensas que me llevan al orgasmo.

Puedes hacerte el listo,
o el idiota, que se te da mejor,
pero recuerda que a partir de ahora abriré bien los ojos y evitaré los parpadeos
tal vez seas tú mañana el que sin darte cuenta
te claves el cuchillo en el dedo corazón.


sábado, 6 de marzo de 2010


Cuando me dices que hay un arcoíris detrás de mis pestañas
quisiera ser lluvia y empaparte la boca con un beso,
me vuelvo travesura infantil
y siento unas ganas irrefrenables de hacerte cosquillas con los pies
de pellizcarte la barriga y comerte como si fueses un helado de trufa
de esos que si no lames con prisa se derriten sin darte cuenta.

 
Hace días que no sé cuánto me quieres
intento hacer álgebra con los besos que me has dado y los abrazos que me debes
con los días que nos quedan y los que perdimos,
pero el total sigue siendo una incógnita.

 
Deberías vivir en mi nuca,
justo debajo del pañuelo de seda que solo me dejo quitar cuando hacemos el amor,
porque cuando siento tu respiración cerca de mi espalda
todo lo que duele se anestesia
y el miedo pasa a ser una metáfora en el verso de cualquier poema.

 
Hay una canción que habla de nosotros
pero todavía no se ha creado,
en ella se habla de esos amaneceres en los que tú te acercas
y yo me hago la dormida para que me desabroches el pijama y me acaricies el pecho,
se habla también de lo mucho que te quiero
y lo torpe que me vuelvo cuando bailo para ti,
de las flores de terciopelo que adornan tu balcón.

En mi cuerpo todos los meses serán noviembre si algún día decides no amarme.

 

jueves, 4 de marzo de 2010

Caminante no hay camino, se hace camino al andar...

A veces me gusta perderme porque es un modo de encontrarme y encontrar cosas que siquiera sabía que existían y eso me pasó este lunes. A veces me gusta coger un tren a un lugar indeterminado, lo hago casi así por intuición y el lunes estaba en Valencia. Allí hay un café que recomiendo a todo el que visite Valencia. Que grata fue mi sorpresa cuando vi que todos los lunes hay tertulia literaria. Si lo hubiese sabido con tiempo me hubese llevado algo mio para leer, pero me comprometí a hacerlo la proxima vez que fuese, espero hacerlo pronto.
Por cierto, unas personas magníficas. Os recomiendo que si podeis escaparos algun dia os dejeis caer por allí.

(ah, la del sueter rojo de cuello alto soy yo ;)  ... )



Con el fin de agrupar a un numero mayor de asistentes se han tomado dos importantes decisiones: la primera, trasladar las tertulias-lecturas a los lunes de cada semana, puesto que para todos es un día más ‘ligero’ de otras actividades y por mayoría fue votado y aprobado, la segunda medida es ampliar la sesión al relato corto con lo que permite no solo la intervención de poetas sino también prosistas, cubriendo así un espacio que se echaba en falta.
Tertulia literaria en "El Café de las Horas" de Valencia

El pasado lunes dos de marzo con asistencia de unas 18 personas – el círculo se agranda – tuvo lugar una reunión muy interesante por la calidad de las intervenciones y textos leídos, que al finalizar se comenta en opinión abierta.
Hermelinda Rasal, poeta y actriz

La lectura e interpretación de Hermelinda Rasal no solo es esperada, sino que invade ‘espacios’ y se hace silencio en el local cuando recita acompañada de la música que ella misma ejecuta, todo un gozo escucharla y emocionarse con su interpretación.

Paco Romero - Poeta

Otro incondicional es el poeta Paco Romero que con potente voz pasa de una poesía ‘dura’ al ritmo de ‘poesía infantil’ que desgrana cual fábula onírica.

Alberto Corella - Francisco Ponce - Lola Pérez

Poetas y escritores como Alberto Corella, Francisco Ponce y Lola Pérez, asistimos atentos a como evoluciona la noche y si tenemos suerte, hasta nos permiten intervenir, lo que siempre es grato.
Estas tertulias de amigos están abiertas, para nada es un círculo cerrado, todo lo contrario, recibimos encantados a quienes compartiendo gustos afines, se acerquen hasta “El Café de las Horas” de Valencia y nos regalen su compañía, si traen obra para intervenir, eso ya será un lujo para todos nosotros.
Recuerden los “Lunes” de cada semana tienen una cita en “El Café de las Horas” de Valencia.

Texto y fotografías extraidas de la web de Francisco Ponce
 
http://franciscoponce.com/

viernes, 26 de febrero de 2010

Cansada


Estoy cansada de hablar de los días

de las horas y de los relojes que nunca se detienen,
ahora mismo soy como una Alicia sin país ni maravillas
sin un mundo por el que correr sin tropezar con miradas.

Las aceras están llenas de cristales rotos
de espejos que no reflejan
y de distancias que nunca se acortan,
las alas siguen rozando entre los barrotes
y no hay aviones que consigan llevarme suficientemente lejos
ni volar lo necesariamente alto.

Estoy cansada de escribir borradores con tinta imborrable
y de las heridas que dejan cicatriz,
son tantas las que marcan mis piernas
mi espalda, mi cuello, mi vientre, mi corazón…
que no sé si comprar una coraza de un metro cincuenta y ocho
que me mantenga resguardada del frio de los susurros
o esperar a la primavera
ansiando que todo este hielo sea un sueño estacional.

Estoy cansada de mí,
de mis caprichos, de mis silencios y de mi voz.

viernes, 19 de febrero de 2010

Una extraña manera de decir... TE QUIERO



Cuando las mañanas parecen noches
y las noches me dan miedo,
cuando siento que tropiezo en cada paso
y que mis manos solo están llenas de aire,
vienes, me miras a los ojos
y no hacen falta palabras,
a las noches le pones bombillas para que parezcan mañanas,
extiendes una alfombra de algodón
para que las caídas no duelan tanto
y me tomas las manos aunque las tenga frías y llenas de nada.

Siempre le escribo al amor, al desamor,
a la ilusión y al desaliento,
pero escribirte a ti es como hacerlo a la vida
porque tú me la diste,
porque tú me enseñaste a ver qué vida es la que merece la pena
me enseñaste a reír y a no llorar cuando no hay motivo,
a ser más humana que persona.

No te sorprendas si aun en silencio descubro tu tristeza
pues la primera melodía que escuché
fueron los latidos de tu corazón
cuando todavía no sabías cómo llamarme
mientras me mecías en tu vientre y me convertías en ser;
conozco el ritmo de tus latidos y sé cuándo lloras en silencio.

Podría pedirte perdón por no hacerte las cosas fáciles
pero no sé hacerlas de otra manera,
a estas alturas no hace falta que te diga
que soy gen-éticamente inexacta.

Probablemente este sea el poema más pobre escrito a una madre,
siempre hablo a destiempo y escribo a deshora,
pero a quererte…
a eso no hay quien me gane.

Mi regalo del día!!!!!

Estaba husmeando en el blog de Isabelita y me acabo de encontrar con el nuevo enlace ( queyanoestannuevo ) del blog de Billy MacGregor. Me ha entrado una alegría.....!!!! porque no sabeís el tiempo que hace que no le leo.Claro y yo pensando que ya no escribía, y mi hermana ( que de momento es anónima en esta historía porque nunca os he hablado de ella), me preguntaba  "¿ y porqué Bylli ya no escribe?", pues no sabía que contestarle porque eso es una pregunta parecida a esas que hacen los niños "¿ por qué Plutón está tan lejos? ¿cómo se meten los niños en la barriga de su mamá pra salir despues? ¿ por qué se me van a hacer los agujeros de la nariz grande si me hurgo con el dedo?" Pues eso, cosas que sabes que son hechos pero no puedes explicar.
Qué bien saber que Billy sigue tras las letras, que bueno saber que las sigue compartiendo.

Besos.

http://historia-dero.blogspot.com/

martes, 16 de febrero de 2010

Cuando el té sabe amargo


Hay una cinta violeta atada de mi tobillo a tu mano
y no me deja caminar sin tropezar con tu sonrisa.


Necesito una palabra,
una simple palabra que desate los versos
los tuyos y los míos se cosieron mientras no mirábamos
y ahora los abismos son solo milímetros imposibles de evadir.


Hay algo dentro de mis entrañas
que se revuelve cuando pienso en tu boca,
que me acalora y me excita como a una adolescente precoz,
me tumba boca arriba en la cama, me estremece
me desvela y me azota.


Tengo tantas palabras que no sé pronunciar,
tantos sentimientos que no tienen nombre…

Tal vez algún día te despiertes y no sepas a qué huele la lluvia
quizá alguna vez sea capaz de saber que es lunes
y no sienta ganas de apuntarte una cruz más en la libreta de deudas.

martes, 9 de febrero de 2010

miércoles, 27 de enero de 2010

Siempre

Sabes que nunca se me dieron bien las indirectas
ni los mensajes cifrados dentro de poemas,
que siempre se me cruzan las líneas de las medias
y que entre media y media tengo un espacio vacío
que no consigo llenar con ningún verso ingenioso.

Dice el hombre del tiempo que mañana se marchan las nubes
y que con un poco de suerte no volverán hasta el año que viene
o hasta el año que vengas,
ya sabes que no es lo mismo,
aunque te haya mentido y pienses que ya no te espero
porque quien espera se hace viejo a la velocidad de un poema
y yo lo que quiero es que quieras que te quiera siempre
como se quiere a los dedos de las manos
cuando se sabe que producen placer entre labio y labio,
como se quiere al mar porque mece los sueños
y les da a beber las sales que tamizan las sirenas,
como se quiere a los besos que nunca se dieron,

porque aun si murieses sabría dónde encontrarte
un día me lo dijiste frente al mar,
sentado en el espigón a trescientos veinti siete metros de mí
que no solo te debo besos, te debo una luna con sus estrellas
una cama con sus secretos, con los tuyos, los míos.

Yo solo sé que el día que mueras
para mí habrá muerto la poesía.

viernes, 22 de enero de 2010

Te cuento que...


Te cuento que…
últimamente las palabras no se ordenan en los dedos,
la cabeza es un laberinto de gelatina por donde derrapan las ideas,
se duermen los momentos
y se desesperan las ganas;
que ya no sé a qué sabe el mar ni cómo quema la arena en el mes de Julio
porque hace tanto que no veo tu playa
que he llegado a pensar que las sirenas se han bebido sus aguas.

Te cuento que…
tal vez mañana sea la mañana que llevamos esperando setecientas cuarenta y ocho noches
o pasado mañana, ¿quién sabe?
es solo que a este día le dieron más horas de las que abarca una vida;
que no tengo miedo a la vida
pero sí a morirme sin verte una vez más;
que me tiemblan las piernas cuando me llamas cursi y me pintas de un color,
que sí, que me gusta el rosa.

Te cuento que…
Sabina me canta de nuevo y cada día me resulta más triste,
como escribir tu nombre sobre la mesa con la yema de los dedos
con mis ganas invisibles;
como ver que este poema es de todo menos poema
y que posiblemente nunca sepas que es para ti.

martes, 19 de enero de 2010

Voces


-Pues no sabes la última
- Vete a saber, de una escritora chalada me espero cualquier cosa. A ver, cuéntame.
-Pues nada, que dice que se va a comprar un velero y se va a ir a vivir lo más al este que pueda, a un lugar donde el mar sea lo primero que vea cada amanecer y lo último cuando caiga la noche.
-Pobrecilla, ella sola tan lejos. Y digo yo, ¿para qué coño quiere un velero si no sabe navegar?
- ¿Y desde cuando ha sido eso impedimento? A caso no sabes todavía que es una cabezota y que se empeña en conseguir aquello que se propone.
-Sí, pero no siempre lo consigue. Mira por dónde le salió lo de la compañía teatral.
-Yo de eso no sabía nada. Bueno, lo de que las cosas no le salgan siempre bien tampoco es culpa suya, supongo que se sacará el carnet, yo que sé. Pero bueno, a lo que iba, que dice que se quiere ir lejos, donde solo huela a mar y nadie la conozca, porque dice que su espalda ya no soporta más miradas. Se nos va a hacer una ermitaña, o peor, como Chanquete y no la van a sacar de su barco ni muerta.
-Nunca he soportado tu humor sádico, mira, ni tu sarcasmo tampoco, ya que estamos… te lo tenía que decir.
-Y yo no soporto tu perpetua melancolía, siempre lloriqueando, como si la vida no fuese más que penas.
-Yo no lloriqueo siempre, también me río a veces. Déjame en paz, que no sabes más que ofender.
-Pero qué susceptible eres. Bueno, pues como te decía, que como al final le salga bien la cosa nos mudamos, te guste o no.
-A mi sí que me gusta la idea, sin el mar no podría vivir, después de todo es el mismo mar del que habla en sus poesías, aun que la playa del sur le va a quedar muy muy lejos, tanto que con el tiempo tal vez nadie recuerde que ella escribió en la arena una frase…
-Venga, venga, ¿ya estamos con las penas? Toma un pañuelo y suénate, anda.
-Gracias. Ahora tendremos trabajo, porque ella se sentirá sola y empezará a echar de menos las cosas de aquí.
-Qué nos vamos a una isla, no al desierto, allí también hay jamón serrano.
-¡Pero qué insensible eres! Hablo de otras cosas, allá donde va no conoce a nadie, así que tendremos que hacer que escriba mucho más que ahora para que no sienta el vacío.
-¿Sabes qué te digo? Que a todos nos va a venir bien un cambio de aires.
-Oye, ¿y si se relaja tanto que deja de escribir y al final morimos?
-Eso no puede ocurrir, lo cierto es que ella solo dejará de escribir cuando muramos.