miércoles, 7 de julio de 2010

Nos

Ayeres
No hay más que sombras en una memoria llena de tristezas
de pasados incompletos que se comenzaron con la mejor de las intenciones.
Y trato de buscar la luz al final del túnel
como si me fuese la vida en ello, o la muerte,
porque es lo único que viene tras el punto y final.
Solo se sabe a que huele la desolación
cuando la has tenido durmiendo bajo tu cama.

Presentes
Me pregunto si todavía existe aquel lugar que creamos
una noche de otoño a orillas del Támesis.
Yo tenía la cara fría de correr delante del miedo,
di de bruces contra tu sonrisa y me dijiste que era valiente
y te creí,
tanto que me sentí estúpida por no saber cómo se deletreaba esa palabra.
Hay promesas que solo se cumplen cuando las dices una vez
como la tuya de quererme más allá de las estrellas.
Yo en cambio no supe prometerte nada en voz alta,
solo sabía quererte hasta dormida.


Mañanas
Vuelven los amaneceres violetas
las risas a deshora
y los besos en el laberinto que lleva al salón de tu casa
Hacía tanto que no sabía dónde duele el miedo a perder a alguien
que temo romperme desde el estómago hasta la nuca.

2 comentarios:

Paco dijo...

Hay que ser valiente, eternamente, no hay otra opción.

Presente siempre. Da igual el pasado, incluso ese jugar a adivinar nuestra vida futura.

Tú el Támesis, y yo el Sena grabado a hiel en la sangre..
Hay corrientes que marcan.

(K)

Genética Inexacta dijo...

Será que los ríos son un cauce constante y les envidio. Yo soy más bien como una montaña rusa, a veces estoy arriba, otras veces abajo. Pero valiente siempre, no queda otra ( como tú bien dices)

Me gusta verte por aquí paco y me pregunto... ¿de dónde viene esa K?

Besos desde el este