domingo, 25 de abril de 2010



A veces sucede que desciende la temperatura a la altura del corazón,



y la pena



que es lo más parecido a un iceberg gigante


me despierta tiritando.

2 comentarios:

campanilla dijo...

Qué bueno, éste.
Siento lo de tu plagio.
aunque al final todo se sabe.

Genética Inexacta dijo...

Si te ha gustado es porque tambien has sentido la pena fría en algún momento.

Bienvenida campanilla.