sábado, 6 de marzo de 2010


Cuando me dices que hay un arcoíris detrás de mis pestañas
quisiera ser lluvia y empaparte la boca con un beso,
me vuelvo travesura infantil
y siento unas ganas irrefrenables de hacerte cosquillas con los pies
de pellizcarte la barriga y comerte como si fueses un helado de trufa
de esos que si no lames con prisa se derriten sin darte cuenta.

 
Hace días que no sé cuánto me quieres
intento hacer álgebra con los besos que me has dado y los abrazos que me debes
con los días que nos quedan y los que perdimos,
pero el total sigue siendo una incógnita.

 
Deberías vivir en mi nuca,
justo debajo del pañuelo de seda que solo me dejo quitar cuando hacemos el amor,
porque cuando siento tu respiración cerca de mi espalda
todo lo que duele se anestesia
y el miedo pasa a ser una metáfora en el verso de cualquier poema.

 
Hay una canción que habla de nosotros
pero todavía no se ha creado,
en ella se habla de esos amaneceres en los que tú te acercas
y yo me hago la dormida para que me desabroches el pijama y me acaricies el pecho,
se habla también de lo mucho que te quiero
y lo torpe que me vuelvo cuando bailo para ti,
de las flores de terciopelo que adornan tu balcón.

En mi cuerpo todos los meses serán noviembre si algún día decides no amarme.

 

2 comentarios:

Isabebelita© dijo...

me gustas niña...mucho, mucho, muchisimo!espero algún día, parecerme a ti, aprender de ti (aisss, qué tienna me pongo cuando leo tus poemas!!!)

besotes bruja del este.

Genética Inexacta dijo...

NO necesitas parecerte a mi ni a nadie, tú eres autentica y brillas con luz propia.

UN besote de la bruja del este.