miércoles, 15 de abril de 2009

Tristeza, muerte y otros trucos

Puedo colgarme un verso del cuello
y morir asfixiada por tus palabras,
poco podrías hacer
más que venir hasta mí
descolgarme de esta altura
en la que los pies no me alcanzan al suelo
y zarandearme hasta que se caigan un par de sonrisas
esas que sabes que guardo bajo la manga
para hacer trampas cuando juego con la tristeza,
ella se quedó a vivir en mí
ya hace años plantó las maletas en lo alto del armario
y me visita cuando tú no estás,
ella habla de la muerte,
engorda con los silencios,
me trepa por las piernas hasta llegar a mi oído,
mata mis musas y acusa a las tuyas llamándolas putas
yo me esfuerzo por no creerla,
le digo que la muerte no es más que despertar de esta vida
entonces me abre la ventana
invitándome a saltar
porque sabe que una vida no vale tantas lágrimas,

entonces me acuerdo de ti
de la nube que ronronea a mi lado

y de los peces
y pienso que con un buen “truco” siempre se consigue un “trato”;
yo no lloro tanto y ella pone rejas a mis ventanas,
prometo hacer vegetarianas a las arañas,
escribir más versos de amor
y ella callarse en el momento en que el sol se duerma
y que si alguna vez he de morir
permitirá sea con uno de tus versos enredado en mi cuello.

2 comentarios:

Isabebelita© dijo...

qué buena eres, jodia!mmm...un besote va volando hasta el este, brujilla!

isa

Genética Inexacta dijo...

La niña del arcoiris...
Besote recibido, muchas gracias por andar cerca.
Otro besote con abrazo para ti.