lunes, 29 de junio de 2009

A Sara ( por última vez)

Hoy me han dado una mala noticia, la peor en estos últimos meses. Una gran persona y amiga ha fallecido. Dicen que por un paro cardíaco a los 28 años. Lo cierto es que a veces la vida se ensaña con algunas personas y da la maldita casualidad de que esas personas son precisamente las que merecían ser más felices. Teniamos una gran amistad, todo lo grande que da este ciber espacio, para algunas personas esto de las relaciones virtuales no son más que cuentos chinos, pero no opino lo mismo. Cuando me sentía mal Sara siempre estaba ahí, a veces me daba la sensacion de que olia mis penas a distancia y aparecía como por arte de mágia. En este último año la vida le ha dado dos palos demasiado fuertes, la muerte de dos de sus familiares más queridos han acabado con sus esperanzas.
He intentado escribirle pero siempre me pasa que cuando más cosas quiero expresar me quedo muda, así que he rescatado un poema que le escribí en Agosto de 2008 cuando estaba atravesando un momento durísimo.

A sara, donde quiera que estés...

Brumas en agosto

Puede ser que Agosto
se asome a tu calendario con un manto negro,
que las sonrisas frente al espejo
te cuesten más caras que de costumbre
y las lágrimas pasen a ser tus compañeras de juego,
es posible que el norte esté estos días más rodeado de brumas
y las olas que rompen en tus piernas
busquen jugar contigo sin encontrar respuesta.

Desde aquí me limito a barajar la suerte
a hacer pequeños paquetitos con ella
y enviártelos en cada bocanada de aire para que todo pase,
para que tengas el mes que merecesdeseando
que todo sea un mal sueño con final feliz,
aunque sepamos que la felicidad no dura más que una carcajada.
La fe no la venden en los mercados
pero se puede encontrar vagando entre la esperanza,
quizá escondida,
quizá algo débil.

Se pueden acabar las palabras,
de hecho mi elocuencia desaparece cuando menos debe
es entonces cuando mantengo mis brazos abiertos
cuando te digo que vengas,
cuando recolecto las fuerzas que permanecían aletargadas
y te las mando todas juntas.
Cuando vuelvo a creer en las hadas,
en Dios,
y le suplico que todo salga bien,
por ti,
porque mereces ser feliz...

4 comentarios:

Espera a la primavera, B... dijo...

No suelo decir descanse en paz, siempre he pensado que nos morimos, en realidad, nos liberamos de los kilos de nuestro cuerpo. Y podemos ir a donde queramos con la velocidad del pensamiento. Así que Sara, vuela en paz.

Ernesto Pérez Vallejo dijo...

Lo lamento mucho, lindo homenaje y sobretodo real desde dentro del alma el que le haces, abrazos.

Genética Inexacta dijo...

Eso de "descanse en paz" suena a despedida demasiado larga, no sé, a mi tampoco me gusta.
Un abrazo grande.

Genética Inexacta dijo...

Pecadito, se nos fue Sara y me da mucho que pensar, supongo que sabes a qué me refiero.

Te mando un beso enorme.